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En los llamados aceites esenciales se encuentra un tipo especial de substancias, que afectan nuestra química y son profundamente terapéuticas: inducen cambios significativos tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente.
El aroma de un aceite está directamente relacionado con su constitución química. Como el propósito de la aromaterapia es la sanación, que no se limita a la desaparición de síntomas sino a un proceso de purificación y transformación, es importante elegir un terapeuta adecuadamente capacitado, capaz de sintonizar con el paciente pare recomendar y aplicar los aceites de forma inteligente, intuitiva, creativa y segura.
Algo de historia sobre qué son los aceites esenciales
Los aceites esenciales se han utilizado medicinalmente desde la antigüedad.
La medicina ayurvédica(en inglés), originaria de la India, ha venido utilizándolos por 5000 años.
En el museo Taxila de Pakistán exhiben el aparato de destilación más antiguo del mundo (4000 A.C).
En la China, el libro más antiguo de medicina (3000 A.C.) contiene información sobre más de 350 hierbas y sus aplicaciones medicinales.
El arquitecto Imhotep, (2700 A.C) recibe crédito por haber promovido el uso terapéutico de aceites, hierbas y plantas aromáticas en Egipto.
El término aromaterapia fue utilizado por primera vez por el científico francés Dr. René-Maurice Gattefossé (1881-1950) quien se curó de gangrena utilizando aceite de lavanda.
Diferentes usos para los aceites esenciales
Hoy en día existen tres escuelas principales de aromaterapia: inglesa, francesa y alemana.
Los ingleses diluyen unas pocas gotas de aceite esencial en aceite vegetal para masajearlo en la piel.
Los franceses prefieren la ingestión del aceite no diluido; unas pocas gotas que se toman con miel, sobre un trozo de pan o directamente en la boca.
Los alemanes se inclinan por la inhalación del aceite, con la creencia de que los compuestos aromáticos, al ser inhalados, actúan sobre el sistema nervioso central.
En los Estados Unidos, las compañías que comercializan los productos abogan por un uso que combina las tres modalidades.
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Hay que advertir que sólo los productos de “grado terapéutico” pueden ser ingeridos sin peligro. Y, cuando se utiliza calor para difundir el aroma, se pierden muchas de las cualidades terapéuticas del aceite, por lo cual se recomienda utilizar un difusor de aire frío. Las moléculas contenidas en los aceites esenciales promueven la liberación de neurotransmisores que modulan el estado de ánimo; hormonas que balancean el metabolismo y, además, estimulan el sistema inmune. También se considera que los aceites esenciales tienen un efecto energético y de acuerdo con su frecuencia, contribuyen a la elevación del Chi (energía vital).
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